
Bolsonaro y Lula en guerra por cada voto
SAN JOSÉ, Costa Rica (EL UNIVERSAL).- Brasil entró ayer a los 28 días más vibrantes de carrera electoral en sus 37 años como joven democracia, con los controversiales líderes de la política —el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva— enfrentados en una campaña presidencial para buscar alianzas y atizar los ataques sobre los flancos débiles de su rival rumbo a una fecha sin más allá: el 30 de octubre en la segunda y definitiva ronda en las urnas.
“Independientemente de quién gane, lo que ya sabemos es que el país seguirá polarizado y dividido”, previó la politóloga Denilde Holzhacker, profesora en la Escuela Superior de Propaganda y Mercadeo de Brasil.
“La campaña mantendrá el tono de crítica y agresividad para aumentar el desgaste y el rechazo entre los candidatos. Lula sale adelante con una ventaja de 5 puntos. Bolsonaro [actual presidente] tendrá que correr para disminuir y superar a Lula en la recta final”, dijo Holzhacker a EL UNIVERSAL.
Los dos “tienen un alto grado de rechazo, por lo que tendrán que buscar hablar con votantes de diferentes espectros para mejorar su desempeño”, agregó.
Tender puentes. Tras quedar fuera en la primera fase del domingo pasado, los candidatos presidenciales Simone Tebet, del opositor y centrista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), y Ciro Gomes, del opositor y centroizquierdista Partido Democrático Laborista (PDT en portugués), dispondrán de cuota para negociar.
El Tribunal Superior Electoral de Brasil precisó que Tebet recibió 4 millones 915 mil 306 votos (4.16%) y Gomes captó 3 millones 599 mil 201 (3.04%).
Según el tribunal, Lula, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), ganó con 57 millones 258 mil 115 sufragios (48.43%), y Bolsonaro, del derechista Partido Liberal (PL), quedó segundo con 51 millones 71 mil 277 (43.20%), pero ninguno recibió más del 50% necesario para ganar en primera vuelta.
“Lula tendrá que buscar acercarse al centro, en especial a los votantes de Tebet y Gomes. Para Lula es central reducir el antipetismo [por el PT] y el antilulismo, y tendrá que señalar más claramente cuáles son sus principales lineamientos para la economía. Acercarse a los votantes evangélicos y a la agroindustria también será parte de la estrategia de Lula”, narró Holzhacker.
“Bolsonaro deberá reducir su rechazo entre las mujeres y los más pobres, moderar el discurso y tratar de mostrar las ganancias de su gobierno. Los aliados de Bolsonaro apostaron a que los resultados positivos de la economía serán importantes para revertir su rechazo, en especial entre los grupos más pobres y, con esto, tendría más posibilidades contra Lula”, alegó.
La primera etapa confirmó al PT y al PL como los más importantes partidos de Brasil en representación legislativa y senatorial. “El PL aumentó el número de diputados federales e importantes aliados de Bolsonaro fueron elegidos para el Senado. Esto demuestra la fuerza del ‘bolsonarismo’ con el electorado más conservador y evangélico. La fuerza de los partidos de derecha también fue una característica importante”, planteó.
Además de presidente y vicepresidente, los brasileños eligieron el domingo a 513 miembros de la Cámara de Diputados, 27 de los 81 del Senado y a las autoridades de los 26 estados y del Distrito Federal: gobernadores y vicegobernadores, asambleas legislativas regionales. En 12 de los 26 estados también será necesario acudir el 30 de este mes a la pelea final por las gubernaturas en la que participarán cuatro candidatos del PL y tres del PT.
¿Hay un favorito? Tras lo ocurrido el domingo entre Lula y Bolsonaro, una duda sobrevuela la política de Brasil: ¿hay un favorito? “La elección está abierta. Es decir, aunque matemáticamente la ventaja es de Lula, Bolsonaro presenta más fuerza de la esperada”, afirmó el sociólogo y politólogo Rodrigo Augusto Prando, profesor e investigador de la (no estatal) Universidad Presbiteriana Mackenzie de Brasil.
“Lula hará un mayor esfuerzo para buscar a los votantes de Gomes y Tebet. Cuenta a su favor con que todos los candidatos que salieron adelante en la primera salieran victoriosos en la segunda”, describió. “Bolsonaro intentará, con ataques, aumentar el rechazo a Lula y también esperar a que mejore el escenario económico y esto puede mejorar la evaluación de su gobierno y su expectativa de votos”, anticipó.