CONFIDENCIAL
Por ROGELIO RODRIGUEZ MENDOZA.
Tres diputadas rebeldes.
Este jueves, tres diputadas sin partido solicitaron formalmente a la Junta de Coordinación Política (Jucopo), su reconocimiento como grupo parlamentario en la integración de la 65 legislatura del Congreso del Estado.
Se trata de Linda Mireya González Zúñiga, Sandra Luz García Guajardo y Danya Silvia Arely Aguilar Orosco. Las tres se declararon en rebeldía y abandonaron, en fechas distintas, la bancada del PAN, argumentando malos tratos e imposiciones, aunque aclararon que siguen siendo militantes del partido.
A través de un escrito, las legisladoras dieron formalidad a su petición. Falta ahora saber la respuesta que reciben de la Jucopo. En su razonamiento, consideran que la constitución y la ley les otorga ese derecho a constituirse como grupo parlamentario.
—¿Cuál es el efecto jurídico de ser grupo parlamentario? —le pregunté a González Zúñiga, quien figura como coordinadora.
—“De entrada, que tendremos voto en la Junta de Coordinación Política, lo cual nos permitirá tener poder de decisión respecto a las decisiones que se toman y que impactan en la sociedad” —respondió.
Por su parte, la exsenadora García Guajardo aclara que, un acuerdo del grupo es que las iniciativas que impulsen tengan realmente viabilidad y de beneficio para la sociedad.
“Nuestras iniciativas no serán para perjudicar políticamente a alguien. Serán únicamente para beneficiar a la sociedad” explicó.
Aguilar Orosco confesó que, desde su renuncia a la bancada del PAN ha estado más tranquila porque el trato que recibía era estresante.
“Ahora, como grupo, cada una de nosotros decide qué iniciativa presentar y cual apoyar con el voto. Hay libertad, pero siempre tratamos de ponernos de acuerdo” precisa.
Lo cierto es que, a quien más le convendría la integración del nuevo grupo parlamentario es a Morena, porque son tres votos que prácticamente tendría cautivos toda vez que las diputadas sin partidos simpatizan y empatizan más con el partido guinda que con el blanquiazul.
Además, ese grupo podría ser la vía corta para que Morena llegue a sumar los 24 votos que requiere en el Pleno legislativo para sacar adelante eventuales reformas constitucionales. Es así porque la misma González Zúñiga asegura que hay al menos otras dos diputadas del PAN que podrían sumarse a su grupo.
Desde luego que todo ello sigue debilitando al PAN. Actualmente su bancada tiene trece integrantes, pero al paso que va es muy probable que al final de la legislatura llegue con menos de diez.
EL RESTO.
A propósito, el panista Edmundo Marón Manzur, cometió una pifia legislativa durante la sesión plenaria celebrada el pasado miércoles.
Resulta que, cuando apenas el presidente de la mesa directiva, Isidro Vargas Fernández, declaró iniciados los trabajos legislativos, el tampiqueño pidió guardar un minuto de silencio, “en memoria del agente de la guardia estatal que murió en el cumplimiento de su deber en Río Bravo, quien de manera heroica sacrificó su vida por las familias tamaulipecas”.
Antes de que se decretara el minuto de silencio, Marón intervino nuevamente para aclarar: “el policía se llamaba Manuel Martínez”.
En realidad, al policía que buscaba homenajear de manera póstuma el panista se llamaba Cristopher Rivera Cervantes. Al que se refirió, Manuel Martínez, murió el pasado 20 de febrero, y por él ya se había guardado un minuto de silencio en el Pleno Legislativo.
Más allá de la imprudencia del diputado panista, la confusión en el nombre fue una terrible falta de respeto para la familia del agente asesinado.
El hecho deja claro que, más allá de solidarizarse con las víctimas de la delincuencia, muchas ocasiones lo que algunos diputados buscan es el protagonismo personal o lucrar políticamente con la tragedia.
Ojalá que la experiencia le sirva de aprendizaje a Marón Manzur para evitar caer nuevamente en el ridículo.
ASI ANDAN LAS COSAS.
