El hospital de los automóviles ha prevalecido por más 74 años
Un legado, del recordado Ricardo Dávila Saldaña, por generaciones llamado “el Rinche”
Marissa Sánchez
En la década de los 50 llega a San Fernando el recordado Ricardo Davila Saldaña, con los conocimientos que aprendió en los Estados Unidos respecto a la mecánica y que de manera lírica, lo fue aplicando al consolidar hasta el primer hospital de los automóviles, llamándole con el apodo el Rinche.
Quien en el paso de la vida enseño a sus hijos varones este oficio y con una descendencia de los Rinches, extendiendo este oficio por la localidad y lugares hasta dónde emigraban sus hijos, nietos.
Todo lo anterior lo relató al Trueque de este legado el señor Rigoberto Dávila Silva, quien atesora este oficio como una herencia valiosa de su señor padre y a sus 80 años de vida lo sigue realizando.
Prevaleciendo este legado en su hijo Dagoberto Davila Torres y así muchos otros descendientes llamados los Rinches.
Destacó que este oficio ha aportado tantas enseñanzas en los avances de la tecnología automotriz, como bien hacia arreglos con su padre de los 6 años junto con sus hermanos a quienes dejó estas enseñanzas para la vida y donde aprendieron arreglar modelos de autos de años del 46 cuando las urgencias eran en carburadores platinos y hasta utilizaban métodos artesanales y la mejor de las tareas cumplir con resultados y responsabilidad a los miles de clientes que acuden demanda de los servicios de los mecánicos.
Avanzando con la modernidad y enseñando a las generaciones ahora hasta con los aparatos de computadoras realizan los diagnósticos de los diferentes sistemas en automóviles estando este oficio en comparativo con los peluqueros siempre hay trabajo que realizar.
Describió el trabajo que realizan desde las 9:00 horas hasta la 18:00 horas y buscando sacar cada trabajo lo más breve que se pueda para que los clientes tengan sus autos ante un tiempo tan demandante hoy día.
Por las más de 7 décadas en este oficio han sido maestros de más muchos que han aprendido del oficio que han puesto sus talleres mecánicos han sido una escuela y donde a parte se les paga.
Don Rigoberto expresó que su aprendizaje y enseñanzas de su recordado padre también le motivaron para arreglar guiras, papalotes de agua, tractores, catarpiler y con servicio a domicilio.
Señaló que aprendieron de trabajar con proveedores de las piezas de los autos acudir a los municipios grandes para conseguirlas recordado que se apoyaban en aquellos años con Alberto Benavides comerciante de refaccionaría en la localidad para sacar adelante las fallas mecánicas de los diferentes autos.
Dijo que como médico automotriz son muchas satisfacciones y logros de su oficio y de su gran legado que les enseñaron, la responsabilidad, cobrar lo justo y evitar quejas de su trabajo y si se presentarían cada uno se haría responsable de la encomienda hecha con los clientes.
Finalmente dijo que este hospital automotriz ha reparado un sin número de autos y el legado de los Rinches prevalece en la familia de mecánicos pioneros es San Fernando.
