Por Alíber López
“La Revocación de Mandato, cumple con todos los requisitos”
“Sus contrarios que presumen de democráticos, son antidemocráticos”
“La aceptación de AMLO, explicable por sus aciertos”
Si, como lo dice Julio Hernández López en su “Astillero” de ayer en “La Jornada” , “El revocatorio del próximo domingo ha cumplido con todos los requerimientos constitucionales y legales, y ha sido avalado por todos los órganos de gobierno concurrentes: el Congreso de la Unión, el Poder Judicial de la Federación, el Instituto Nacional Electoral, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y la propia Presidencia de la República”, no entendemos la conducta descalificatoria de ese proceso, de los enemigos naturales de Andrés Manuel López Obrador; prácticamente tienen la oportunidad de terminar con su mandato presidencial, revocándoselo con su voto el 10 de abril, pero se oponen a él, hacen propaganda en contra, lo descalifican, consideran que es un capricho costoso de Andrés Manuel y hasta un intento por reelegirse.
La realidad es que el proceso de “Revocación de Mandato” que se efectuará el domingo próximo, es un ejercicio democrático por excelencia, que repudian a todas luces, los panistas, priistas y perredistas, quienes presuntamente luchan por democratizar el país. Tal posición, en las circunstancias citadas en el párrafo anterior, es de facto, antidemocrática. Las descalificaciones de los actos de los funcionarios de gobierno que se pronunciaron a favor del ejercicio de “revocación” o aceptación de que el Presidente de la República siga gobernándonos, nos hicieron recordar en las formas en las que se aplicaba la ley, antes del 2018, palabras más, palabras menos: “Hágase la ley en los bueyes de mi compadre”; pero resulta que ellos ya no nos gobiernan, aunque quisieran que López Obrador gobernara como ellos siguen pensando que es correcto.
El ejercicio gubernamental, sabemos, está sometido a mil y una presiones, a equivocarse en su ejercicio, a ser descalificado por prejuicios partidistas, aunque sea asertivo, y a ser frenado por los poderes judicial y legislativo, sin embargo, mientras más lo descalifican sus adversarios, mayor aceptación tiene en la ciudadanía de este país. Para muchos de sus detractores, no es tan comprensible ese hecho. La realidad es que los más de 30 millones de electores que apoyaron a López Obrador, lo apoyaron por su proyecto de nación y hasta el momento, ha sido congruente con sus proyectos de transformación social a favor de los que menos tienen.
Las pensiones a los adultos mayores, las becas universales para los estudiantes de Educación Básica y Media Superior, para los universitarios, para los jóvenes construyendo el futuro, para los campesinos de “Sembrando Vida” y las obras emblemáticas de su gobierno, como el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, la Refinería “Dos Bocas”, y el “Tren Maya”, entre muchas otras, acciones de transformación de la infraestructura del país, también le suman votos de aceptación de su mandato.
De hecho, el ejercicio de gobierno de AMLO se ratifica diariamente en sus encuentros con la audiencia de sus programas de comunicación con la ciudadanía. Siempre tiene respuestas para “tirios” y “troyanos”. No escatima nunca tiempo ni esfuerzos por esclarecer todos los cuestionamientos que le hacen. Es más didáctico y más paciente, que miles de maestros que debemos tener ese perfil de desempeño.