OPTICA POLITICA

Por Alíber López

“Los gobiernos neoliberales privatizaron las pensiones de los trabajadores”

“Recuperar lo perdido en México requiere de mayor responsabilidad”

Dentro de los daños registrados a los trabajadores de México, por parte de los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN anotamos la privatización de las pensiones de los trabajadores del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social) y el ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado) y la creación de las AFORE (Administradoras de Fondos Para el Retiro) y la CONSAR (Comisión Nacional  del Sistema de Ahorro para el Retiro) que de ser públicas y del Estado Mexicano, pasaron a ser controladas y administradas por empresas privadas y por la banca mexicana ahora controlada por bancos transnacionales principalmente.

De tener pensiones más o menos decorosas, pasamos a las pensiones de hambre que ofrecen actualmente todas las Afores que controlan el ahorro público de millones de trabajadores y los exponen al vaivén de las bolsas de valores en donde las aforadoras hacen sus inversiones y cuando ganan, recogen previamente sus ganancias otorgando tasas fijas a sus afiliados y cuando pierden, recaen en los 70 millones de trabajadores, las pérdidas que, como en este cuatrimestre, alcanzaron los 253 mil 443 millones de pesos, según información aparecida el día de ayer (La Jornada del miércoles 25 de mayo de 2022).

En el caso de los trabajadores del Estado dependientes del ISSSTE, la reforma legislativa del 2007 relacionada con las pensiones, permitió que quienes quisieran, se quedarían con una pensión de 10 salarios mínimos como máximo si es que ganaban más, amparados en el X Transitorio de esa reforma, pero en lo sucesivo ningún nuevo maestro se podría jubilar por ese principio jurídico, de manera que quienes trabajan en la burocracia federal desde el 2007-8 ( hace 15 años), su jubilación está privatizada y sometida a los altibajos del mundo de las finanzas, en donde por cierto, siempre pierden los ahorradores. Aunque (hubo por cierto un “pilón”), tanto en el magisterio como en otros sectores de la burocracia federal, crearon las llamadas UMAS (Unidades de Medidas de Actualización) que reduce en varios puntos porcentuales los salarios mínimos generales, reduciendo los salarios de los jubilados que lograron salvarse de la privatización de sus pensiones, a través de los Sistemas de Ahorro para el Retiro y su manejo por aforadoras cuyos dueños son los bancos nacionales y extranjeros.

Todos los daños recibidos por los trabajadores de México, en cuanto a la privatización de sus pensiones, la reducción real de sus salarios de los últimos decenios del siglo XX y las casi dos décadas del Siglo XXI, la desaparición de la empresa eléctrica paraestatal de Luz y Fuerza del Centro, la privatización de PEMEX y la energía eléctrica, minas, siderúrgicas, ingenios, ferrocarriles, teléfonos y medios de comunicación entre cientos de empresas, junto a un crecimiento geométrico de la deuda externa, le han costado al gobierno y a los trabajadores mexicanos, billones de pesos. Recuperar esa riqueza perdida en océanos de corrupción, no es tarea sencilla; se requiere tiempo, gobiernos más fuertes y determinación política para impulsar las acciones pertinentes. Aspirar a gobernar el país después de terminado el mandato de Andrés Manuel López Obrador, constituirá tan grande responsabilidad por la necesidad de profundizar los cambios para bien de la nación, que muy pocos se atreverán a enfrentarse a ella a menos que reciban un amplio respaldo social.

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Check Also
Close
Back to top button